Los
juguetes deben ser divertidos y cumplir una función importante en el desarrollo
de los niños. Pero todos los años, son muchos los niños que reciben tratamiento
en las salas de emergencia de los hospitales debido a lesiones relacionadas con
el uso de juguetes. Uno de los riesgos es atragantarse, particularmente para
niños de hasta 3 años porque en esas edades suelen llevarse los objetos a la
boca.
- Los juguetes de tela deben contar con una etiqueta que indique que son resistentes a las llamas, o que las retardan.
- Los juguetes de peluche deben ser lavables.
- La pintura de los juguetes no debe contener plomo.
- Los materiales para actividades manuales y artísticas no deben ser tóxicos.
- Los crayones y las pinturas deben indicar en el envase que cumplen con la norma ASTM D-4236. Esto significa que han sido evaluados por la American Society for Testing and Materials (ASTM).
Lea siempre las
etiquetas para asegurarse de que el juguete es adecuado para la edad del niño. Tenga en cuenta
el temperamento, los hábitos y el comportamiento de su hijo cada vez que
adquiera un nuevo juguete.
Tal vez crea que
un niño avanzado puede manipular juguetes para
niños mayores, pero los niveles de edades de los juguetes se determinan de
acuerdo con factores de seguridad, no según la inteligencia o la madurez del
niño.
Para bebés, niños que ya
caminan y niños en edad preescolar:
Los juguetes deben
ser lo suficientemente grandes, por lo menos 1¼ pulgada (3 centímetros) de
diámetro y 2¼ pulgadas (6 centímetros) de longitud, de manera que no se puedan
tragar o queden atascados en la tráquea. Puede adquirir un tubo de prueba para
determinar si el juguete es muy pequeño. Estos equipos son tubos diseñados con
aproximadamente el mismo diámetro que la tráquea de un niño. Si un objeto cabe
dentro del tubo, es demasiado pequeño para el niño. Si no puede conseguir uno
de estos productos, puede utilizar el tubo interior del rollo de papel
higiénico.
Evite las canicas,
las monedas, las pelotas y los juegos con pelotas de un diámetro inferior a
1,75 pulg. (4,4 cm) ya que pueden quedar atascados en la garganta, arriba de la
tráquea, e impedir la respiración normal.
Los juguetes que
funcionan a baterías, deben contar con receptáculos para baterías que se
cierren con tornillos, de manera que los niños no los puedan abrir. Las
baterías, y los líquidos que puedan derramar estas baterías, presentan un gran
peligro para el niño. Entre estos peligros se encuentran la asfixia, los
sangrados internos y las quemaduras por productos químicos.
Cuando verifique
la seguridad del juguete para un bebé o un niño pequeño que ya camina,
asegúrese de que sea irrompible y lo suficientemente fuerte para resistir las
mordidas. Además, asegúrese de que no tenga lo siguiente:
- bordes filosos o piezas pequeñas como ojos, ruedas o botones que se puedan desprender.
- puntas pequeñas que al introducirse en la boca puedan llegar a la garganta del niño.
- cintas, hilos o cordones de más de 7 pulgadas (18 centímetros).
- piezas que puedan pellizcar los pequeños dedos del niño.
Si quiere obtener más información, aquí.
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